Sin tacto
ESTAMOS HARTOS DE LAS MENTIRAS
Una
a diario se encuentra gente mitómana, que vive en un mundo ficticio. Y esas
personas, tratan de hacer y decir todo lo posible para salirse con la suya.
En
este estado abundan este tipo de personas y, bueno, en todo el país y el
mundo. Pero Veracruz y sus habitantes han sido golpeados últimamente con
cosas que en verdad no nos esperábamos.
Sin
embargo, las buenas personas, las que vivimos una realidad sin anestesia de
ningún tipo, tenemos como bandera la verdad, aunque duela.
“La
verdad os hará libres”, Juan 8:31-38, dijo entonces Jesús a los judíos que
habían creído en él: “Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres”.
Pero hay personas que se encadenan solas. No hay necesidad de hacer nada, ya
que los pendejos y los farsantes son eso, pendejos y farsantes. Y lo bueno
es que la verdad siempre sale a flote, como el estiércol.
El
problema de tratar con personas inteligentes, brutalmente inteligentes diría
yo, es que estamos conectadas con nosotras mismas, usamos nuestro cerebrito,
analizamos las cosas y, sobre todo, sabemos. Pero aquellos que piensan que
somos como ellos, y como viven en un mundo bastante reducido, sienten que
ganan. Dejémoslos creer que sí, que ganan y que así son felices. Finalmente,
la justicia siempre llega. El tiempo pasa y todo lo cura. Y vienen cosas
nuevas, y finalmente, dice la máxima popular, “lo que viene conviene”.
Y
después de esta “catarsis”, ahora sí quiero referirme a las mentirijillas
políticas. Resulta que un día de la semana pasada, nos sorprende Luis
Videgaray Caso, Secretario de Relaciones Exteriores, con sus alabanzas hacia
José Antonio Meade Kuribreña.
Bueno, estimadas lectoras y lectores, no necesitamos ser demasiado
inteligentes para darnos cuenta de que ese fue el destape del candidato.
Muchos elucubraron, en cuanto a decir que “si ya lo habían quemado”, que
“quien sería el bueno”, que “si era Videgaray por estar cercano a Trump”,
etc.
Yo
vi el mensaje muy claro: Meade era el bueno. El lunes siguiente, el
presidente Enrique Peña Nieto brincó de inmediato a direccionar hacia otro
lado que no era Meade y que dejáramos de hacernos ilusiones o que no nos
engancháramos con falsas palabras (aquí quisiera poner el emoticón de ojos
grandes). Y en la noche, con línea de Los Pinos, Denise Maerker dijo,
palabras más o palabras menos, lo mismo.
Sin
embargo, hacia este fin de semana la noticia se consolidó. Los portales más
importantes de México confirmaron que Meade, “está entregando en domingo (26
de noviembre) la Secretaría de Hacienda a José Antonio González Anaya,
Director de Pemex”.
Al
final del día y de la semana, lo que hizo Luis Videgaray Caso fue eso,
destapar a José Antonio Meade Kuribreña.
Pero si eso fue lo que muchos vimos, eso fue lo que escuchamos, eso fue lo
que dijo, ¿por qué dudamos que sí fuera? Y entra aquí esa famosa frase, si
grazna como pato, parece pato, come como pato, y camina como pato, ¿qué es?
¡¡¡Pues un pato!!!
Pero como ya estamos acostumbrados a vivir en las mentiras, y a la mayoría
de las personas les gusta engañarse (según una encuesta, todos decimos cinco
mentiras diarias), me pregunto yo, pues, ¿cuántas mentiras dicen los
mitómanos? Todas. Por eso son mitómanos.
Hoy
sólo esperamos que, según algunas fuentes, el presidente Enrique Peña Nieto
dé un mensaje a la nación. A ver cuántas mentirijillas va a soltar.
Al
final de cuentas, cada uno vive una realidad y dice, inventa, construye las
mentiras que le conviene y que lo hacen feliz. Que lo hacen lograr lo que
quieren o tener lo que les falta en la vida. Y hay quienes les creen y hay
quienes no les creemos.
También hay personas que están hartas de verdades, o que su verdadera vida
es tan cruda y ha sido tan dura, que prefieren vivir de las mentiras.
Creo que la necesidad de mentir viene de un gran vacío, de un gran dolor,
que al final, si no se enfrenta, puede ser peor.
Ahí
están en el frescobote quienes en el último sexenio se creían los super
genios, y pensaban que todos éramos unos pendejos. Y todavía los que faltan.
Así
es que, estimada lectora, lector, el mitómano miente, miente siempre. Parece
real, parece sincero, parece que dice la verdad, ve a los ojos, como si
fuera sincero, porque además, encima de todo, los mitómanos son crueles,
porque un dolor muy profundo los hizo volverse así.
Sin tacto
LA
BOHEMIA PERFECTA
En
una conferencia de prensa convocada por Otero Ciudadano y Acover y ante la
presencia de destacados compañeros periodistas, se dio a conocer la puesta
en escena de la obra de teatro musical interactiva, La Bohemia Perfecta, que
se llevará a cabo el 2 de diciembre de 2017, en dos funciones a las 17:00 y
20:00 horas.
La
inquietud fundamental de Everardo Maldonado, director, y Rocío Cervantes,
productora, es apoyar el talento local, tanto de bailarines, músicos,
cantantes y actores, que son oriundos de Xalapa o fueron formados en la
Universidad Veracruzana.
Ellos opinan que a Xalapa llegan obras cómicas de muy mala calidad y que en
Xalapa contamos con grandes artistas, con gran talento y que debemos los
xalapeños consumirlo, antes de comprar un boleto para una obra de mala
calidad.
Dicha obra, La Bohemia Perfecta, ya se había presentado en Tierra Luna en
dos ocasiones, pero debido al éxito que tuvo decidieron cambiar el formato y
le dieron una estructura de obra de teatro musical. Con eso se pretende
aprovechar y promover el gran talento juvenil que es de Xalapa, y es obvio
que se quiere abarrotar el Teatro del Estado, precisamente con público
xalapeño, para retomar la calidad artística de nuestra ciudad.
Rocío Cervantes, la productora, comenta que aunque hay jóvenes virtuosos, no
encuentran empleo y no les es posible vivir de lo que aman, que es el arte.
La
idea también es sacar al público del marasmo en el que se encuentra, o
bueno, en el que nos encontramos todos. Habrá una arenga para los xalapeños,
para que se sienta el orgullo de ser de Xalapa.
Rocío Cervantes comenta que “es un proyecto muy interesante que ha permitido
seguir sensibilizando tanto a la gente como a los artistas, que ya de por sí
son sensibles, para valorar la situación que viven los artistas, que muchas
veces no son reconocidos”.
Se
comentó algo interesante, “el arte es la vida y te convierte”. En ese
sentido, “el arte eso es lo que provoca, lo que queremos es llegar a los
jóvenes, si queremos que estos jóvenes se conviertan, que estos jóvenes se
hagan cada vez más sensibles, y esto ayuda a que vayamos rescatando esta
comunidad, esta sociedad y que pensemos y seamos diferentes. Y el arte es lo
que puede lograr; es lo que logra”.
En
la otra parte que comenta Everardo Maldonado: “Hay una idea equivocada sobre
el arte. Al arte se le considera como una forma elegante de perder el
tiempo. Cuando el hijo quiere ser músico, se le dice: “Pues sí, pero vas a
estudiar, ingeniería, arquitectura-, algo que te mantenga, porque ‘el arte’,
es una forma de ocio.
“Creo que esa perspectiva debe cambiar, el arte es negocio, cuando se
entienda la verdadera razón del arte, se verá que el arte genera progreso.
Las grandes ciudades en el mundo son ciudades con un alto nivel cultural y
ese alto nivel cultural, le permite que los ciudadanos persigan mejores
niveles de vida y el perseguir mejores niveles de vida, automáticamente,
genera progreso.
“Las actividades artísticas generan negocios, en los cuales se encuentran
los aditamentos que los artistas necesitan para desarrollar su arte.
“Una ciudad que cultiva el arte genera una gran cantidad de necesidades, que
deben ser satisfechas por otros ciudadanos, con otra actividad.
“Eso genera un desarrollo económico, pero desgraciadamente, siempre se ha
visto el arte como una forma de perder el tiempo. Si el arte fuera la
columna vertebral de nuestro programa de gobierno que refuerza nuestro
xalapeñismo, la identidad culta, les juro que sería Xalapa una cosa
grandiosa.
“Veamos el arte no sólo como entretenimiento, sino como una forma de generar
progreso, y ahí está”.
Sin tacto
¡MEADE!
Luis Videgaray realizó ayer mismo
el pre-destape de José Antonio Meade Kuribreña como el candidato del PRI a
la Presidencia de la República en 2018.
Era evidente que la señal la
tenía que dar el hombre más poderoso del régimen -que eso ha sido el actual
Secretario de Relaciones Exteriores, apoyado siempre por Enrique Peña
Nieto-, para que el mensaje fuera claro y las fuerzas al interior del
partido se empezaran a acomodar naturalmente a la sombra del ungido.
También se mandó la señal para
revisar el comportamiento de los otros aspirantes ante la noticia. Eso le
servirá al presidente Enrique Peña Nieto y a su círculo rojo para negociar,
tomar medidas, agradecer y si es necesario amenazar o castigar, en el caso
de que se presentaran conductas de desobediencia.
La ocasión, evidentemente
hechiza, fue una reunión del canciller mexicano con el cuerpo diplomático
acreditado en nuestro país, a la que acudió como invitado el Secretario de
Hacienda.
Cuando lo presentó a la
audiencia, Videgaray se deshizo en elogios y lo comparó con Plutarco Elías
Calles. La elección del personaje histórico no fue muy afortunada
-recordemos los excesos del Maximato- pero se refirió sólo a la coincidencia
de ambos en que fueron secretarios del gabinete en dos gobiernos distintos y
hasta en cuatro ocasiones, lo que no es muy exacto:
Don Plutarco fue Secretario de
Educación y Secretario de Guerra y Marina con Emilio Portes Gil, permaneció
en este último puesto con los presidentes Adolfo de la Huerta y Pascual
Ortiz Rubio, y con el Nopalito terminó como Secretario de Hacienda. O sea
que ocupó tres secretarías con tres presidentes.
Y Meade fue Secretario de Energía
y de Hacienda y Crédito Público con Felipe Calderón, y de Relaciones
Exteriores, y de Hacienda nuevamente con Enrique Peña Nieto. Cuatro
secretarías con dos presidentes.
Por fortuna, el parecido de Meade
con don Plutarco termina ahí, y el que se siguió en el elogio fue Videgaray,
quien además dijo de su amigo que “actualmente conduce con inteligencia,
disciplina, patriotismo y visión de Estado la política macroeconómica de
México”.
Si hemos de ser rigurosos, ya se
había presentado un ante-pre-destape, cuando se filtró la semana pasada a
algunos periodistas connotados que el lunes 27 de noviembre sería el anuncio
de la candidatura priista de José Antonio Meade (y entrados en gastos, se
decía que ya ungido candidato, al tercer día -como en las escrituras-
resucitaría al senador Pepe Yunes como el candidato a Gobernador de
Veracruz, lo que está por verse).
El PRI, pues, ya tiene candidato
y estos días veremos el espectáculo de las fuerzas y los liderazgos
tricolores de todo el país haciendo lo que mejor les sale: alineándose y
agrupándose ante el nuevo hombre fuerte, en una nueva manifestación del
legendario institucionalismo de los militantes tricolores y su eficaz unidad
en tiempos electorales.
Ha optado Peña Nieto para la
candidatura de su partido por el más competitivo de los aspirantes. Meade
Kuribreña opondrá a la figura atrabiliaria que le han fomentado a Andrés
Manuel López Obrador su carácter apacible aunque firme; un izquierdista nato
contra un neoliberal discreto. Y contará con la simpatía de muchos votantes
que se han orientado antes hacia el PAN.
Habrá que esperar en qué y cómo
termina el merequetengue que se traen en el Frente Ciudadano por México
-integrado por el PAN, el PRD y Dante Delgado-, y se podrá tener una idea
cierta de cómo será el proceso de elección del próximo Presidente de México.
Será una elección complicada. Pero entre los jaloneos y los arrebatos, ojalá
que al final la que triunfe sea la democracia… o cuando menos que avance
algunos pasos.
Sin tacto
LAS
VÍSPERAS
Se
acuerda la memorable lectora? ¿Recuerda el memorioso lector?:
“Ya
va llegando diciembre y sus posadas. Se va acercando ya también la Navidad.
El año nuevo me traerá nuevas tristezas y por tu ausencia lloraré mi
soledad”
Don
Javier Solís cantaba así por estas fechas hace muchos años, mediados de los
60, en esa mezcla de bolero y canción ranchera que liaba con un estruendoso
¡Ea!, mientras la música daba el respiro al cantante.
Sabíamos los que ya vivíamos en ese entonces que se acercaba la época de los
anuncios de Colgate Palmolive (“fabricante de Fab, le desea cordialmente una
feliz Navidad, una feliz Navidad, tantán”), del pavo que regalaban las
relojerías Cantú en Xalapa, de las ramas y los viejos, pero sobre todo del
disfrute del aguinaldo, con sus compras de ropa abrigada para el frío y
algunos juguetes que hacían la delicia de los chiquitillos.
Y
la cena de Navidad, y la borrachera inevitable de fin de año en que caían
los señores grandes… y los muchachos entrones.
Misanteco de corazón, pero inmerso en una gran familia peroteña venida a
enorme en Xalapa, compartía la fiesta con 10 tíos carnales y algunos
políticos (tíos políticos, nunca políticos tíos), y una cincuentena de
primos hermanos que casi todos viven y sobreviven (perdimos y extrañamos al
querido René Villegas, al entrañable Jaime Villegas y al sacrosanto Gonzalo
González Barradas, orgullo de la Federal de Caminos, pero persisten en
nuestro recuerdo). La época navideña era el reencuentro con los comerciales
de buena fe, que casi te suplicaban que compraras su producto, con las
tiendas abiertas de par en par pero honestas aún, que no te ofrecían gangas
aparentes ni facilidades engañosas.
Cierto, no faltaban los codiciosos que iban con trampa tras los aguinaldos
-la naturaleza humana es de siempre ambicionar más y sin medida-, pero ésos
eran los menos, los pocos, que de inmediato eran señalados por la fama
pública: No compres en esa tienda, que venden productos malos o caros o
robados o sospechosos.
Los
faroles, las farolas y los adornos navideños traían un poco de calor y luz
entre la cerrazón de una niebla húmeda y despiadada, que sin embargo no
alcanzaba a quitarle la nostalgia (“saudade”, dicen los brasileños, con un
enorme sustantivo que quiere decir añoranza, tristeza y cierta felicidad al
mismo tiempo) a esa época llena de buenos deseos, de agradecimiento por un
año más de vida, de paz y armonía entre todos los hombres, como quería
Jesús.
Pronto llegarán los aguinaldos y la Profeco insistirá con su módico mensaje
para todos los mexicanos de a pie -la inmensa mayoría-, de que hay que tener
cuidado al gastarlos, no derrochar y mejor invertir en cosas necesarias… y
llegarán también las compras suntuarias, los lujos innecesarios, las
embarcadas con tarjetas que muchos ejercen con la ilusión de que son ricos
por un momento, en desquite de tanta pobreza que hay que aguantar todo el
año (“Compre hoy y gástese su aguinaldo en otras cosas igual de suntuarias e
innecesarias, y pague hasta enero, cuando ya no tenga un centavo”).
Llega diciembre… “y si una gracia el cielo a mí me puede dar, le pediré como
regalo un día de Reyes, besar tus labios y estrecharte junto a mí”.
Ay,
Javier Solís…
Sin tacto
MANUAL
PARA CANDIDATOS 3 (VERSIÓN 2018)
Parte importante de la égida hacia la candidatura a la diputación es tomar
como divisa que nada sobra y todo lo que se haga es necesario. Por eso es
conveniente portar la medalla de san Benito.
Dejen les cuento, con algo que escribí hace algún tiempo:
Benito de Nursia era hijo de un noble romano y hermano de Escolástica, quien
también fue reconocida por la Iglesia Católica como santa. Nació, obvio, en
Nursia -región de Umbría, Italia- en 480 y murió en Montecasino el 21 de
marzo de 547, a los 67 años.
Es
ni más ni menos que el fundador de la orden de los benedictinos y está
considerado como el iniciador de los monasterios en Occidente.
Benito escribió una serie de normas que debían seguir sus monjes, que fue
llamada La Santa Regla y que ha sido inspiración para las reglas de muchas
otras comunidades religiosas.
La
única fuente con información sobre la vida de San Benito de Nursia “es el
libro segundo de los Diálogos, escritos por el papa san Gregorio Magno (c.
540-604). Para estos relatos, el pontífice se basó en el testimonio de
algunos monjes que conocieron al santo”.
Bueno, pues Benito fue a Roma a estudiar filosofía y retórica, pero salió
pronto, “decepcionado por el desorden moral de los habitantes de la ciudad”.
Vivió tres años en una gruta de difícil acceso en un lugar llamado Subiaco y
de ahí se extendió su fama de santidad. En aquella región italiana fundó
varios monasterios, y aquí viene lo bueno: “En 529, a causa de la envidia de
un sacerdote de la región, se refugia en Montecasino donde funda un
monasterio y desde donde se extiende la orden benedictina”.
El
ícono de San Benito es considerado por muchos como un amuleto contra la
envidia, y quienes lo portan se sienten protegidos. Su reverso es el famoso
círculo con una cruz en medio que se ve en muchos vehículos (digamos dignos
de envidia) y también muchos lo llevan como medalla al cuello, sobre todo
gente de la clase política.
Como un servicio para los curiosos [y aquí diría también que para los
aspirantes curulecos hacia el 2018], transcribo lo que quieren decir las
letras en la medalla circular:
C.S.P.B: Crux Sancti Patris Benedicti: Cruz del Santo Padre Bendito
C.S.S.M.L.: Crux Sancta Sit Mihi Lux: La santa Cruz sea mi luz.
N.D.S.M.D.: Non Draco Sit Mihi Dux: No sea el demonio mi señor/guía.
V.R.S. Vade Retro Satana!: ¡Retrocede, Satanás!
N.S.M.V.: Nunquam (algunos dicen que es “Non”) Suade Mihi Vana!: Nunca (o
“No”) me persuadas con cosas vanas.
S.M.Q.L.: Sunt Mala Quae Libas: Malo es lo que me propones.
I.V.B.: Ipse Venena Bibas: Bebe tú mismo el veneno.
PAX:
Paz.
Con
un amuleto de tal potencia, en realidad no se va a lograr nada, pero cuando
menos el que lo porte se sentirá fortalecido, aunque sea de manera vana, y
eso es importante para mantener las ganas y el entusiasmo… por la curul.
Nada sobra.
Sin tacto
MANUAL
PARA CANDIDATOS 2 (VERSIÓN 2018)
Sigo con los consejos en forma de indicaciones para quienes andan en pos del
sueño escurridizo de alcanzar la gubernatura, un escaño o un asiento
curuleco en la próxima legislatura federal o en la estatal.
Después de obtener el sí del jefe correspondiente y el apoyo de la prensa…
3.
Hay que hacer presencia en el estado (Gobernador y senadores) o el distrito
(diputados federales y locales). Primero, regresar a los orígenes, reavivar
las amistades infantiles, saludar de nuevo a los familiares olvidados, hacer
presencia en el pueblo. Nunca sobra crear una fundación para arrimar apoyos
y crear imagen de benefactor.
4.
Asimismo, hay que hacer presencia en el partido. Empezar las visitas
recurrentes al edificio de Ruiz Cortines o Zamora o donde esté el PRD, si es
que aún existe. Conseguir el saludo -aunque sea pasillero- a mi líder, al
secretario o a la secretaria general, a los liderazgos de los sectores y las
asociaciones, a los regionales. Llevar regalitos a las secretarias, a los
auxiliares y a los abrepuertas, nunca se sabe.
También hay que buscar un nombramiento, el que sea en cualquiera de las
secretarías, los sectores, las organizaciones: “Auxiliar B del secretario
privado del segundo asesor del titular de la oficina de atención a
militantes del sector popular en la parte suroeste de la parte norte del
estado”. Todo sirve.
5.
Es sumamente importante mandarse a hacer una encuesta cuyo resultado único e
inconmovible sea que el aspirante es conocido, querido, admirado,
reverenciado en su estado o distrito. Mientras más exagerado el resultado,
mejor (la realidad es lo de menos). Y portar copias al por mayor del
documento para mostrarlas y regalarlas a la menor provocación en cafés,
salas de espera, oficinas partidistas. Mandar, obviamente, a todas las
redacciones de los medios de comunicación una copia con “atentos saludos”,
para que los cuates o los aliados de esta ocasión promuevan la encuesta.
6.
Darse varias vueltas por el Altiplano. Probar visitas al edificio nacional
del Partido. Buscar la foto con Ochoa Reza, con Anaya, con la Barrales, con
Dante. Revisar si en alguno de esos recovecos no hay un paisano a modo
-jarochos hay hasta debajo de las piedras, en todo el mundo-.
Ir
a Bucareli, pero mejor: localizar la oficina alterna en donde realmente
despacha el Secretario de Gobernación y darse una vuelta para saludar a los
que entran y salen, en una de ésas hay un conocido que pueda empujar un
poquito más la candidatura.
(Ya
entrados en gastos y por esos lares, para los priistas una visita a Toluca
no es mala idea. Si no se obtiene ningún resultado, si no se halla a nadie
conocido, al menos se puede aprovechar para paladear una riquísima torta de
chorizo o comer en los restaurantes de lujo de Metepec, que son garantía).
7.
Hay que hacer currículum, y si no se tiene, inventarlo: que si alguna vez
pasó una manifestación por el frente de tu casa, entonces poner “Organizador
de eventos masivos en apoyo de varios candidatos del Partido a la
Presidencia de la República”. Exhibir una credencial antigua -las hacen
inmejorables y económicas en Santo Domingo en el DF- que dé cuenta del
pasado largo e impoluto del aspirante en tareas de su partido desde la cuna.
Y
sigue mañana…
Sin tacto
MANUAL
PARA CANDIDATOS 1 (VERSIÓN 2018)
La
última medición creíble arroja la cantidad de veracruzanos que de una manera
y otra buscan/quieren/sueñan ser candidatos a Gobernador, Senador y
diputados federales y locales para el proceso de 2018. Son como 600,010
(para los que no aprendieron o no les enseñaron a leer cifras en la
primaria, son “como 600 mil, diez”).
Sí, como 600 mil ciudadanos… más dos funcionarias del área de desarrollo
social -una priista y la otra panista; una federal y la otra estatal, Anilú
e Indira, vamos-, a las que hay que añadir a la delegada del ISSSTE,
Elízabeth Morales, que han hecho pública su aspiración a ser abanderadas de
sus partidos para una de las dos senadurías; más la diputada morenista Rocío
Nahle, el líder estatal de Morena Manuel Huerta, y el secretario panista de
la SIOP Julen Rementería, que también van en pos de un escaño; más los dos
actuales senadores priistas -Héctor Yunes Lada y Pepe Yunes Zorrilla-, el
alcalde de Boca del Río -Miguel Ángel Yunes Márquez- y el lopezobradorista
Cuitláhuac García que buscan la gubernatura… ocho personajes ya
completamente abiertos que dan el total de “como 600,010”.
Ante cifra tan elevada, en la que están incluidos con toda seguridad muchas
aguerridas lectoras y muchos soliviantados lectores, esta columna se
convierte una vez más en una especie de Sedesol periodística y ofrece un
servicio social, universal y gratuito, a quienes gusten aprovecharlo.
Tal servicio es la emisión de un manual genérico, para uso y disfrute de la
juventud estudiosa y musical (ah no, eso es de Bach y su Clave bien
temperado)… rectifico: para uso y disfrute de los políticos y prospectos de
políticos que han echado a andar sus esperanzas y su ilusión en pos de la
gubernatura, un escaño senatorial, una curul federal o una local.
Son recomendaciones que a nadie le caen mal, y que surgen de las ideas y la
experiencia recogidas entre muchos que lograron llegar y otros que lo han
intentado sin éxito, pero persisten:
1.
Lo primero es lo primero: sin la voluntad explícita del que decide, ni
moverse. Así que hay que buscar la aquiescencia del señor que corresponda en
cada caso. Pero es la real, la que ha sido expresada claramente, no la que
muchos inventan a partir de mensajes trípticos, de simbolismos o de ese
pretexto que siempre han enarbolado los nacidos para perder: “Pues no me
dijo que sí, pero tampoco me dijo que no, así que le sigo…”
“Si
no tienes la simpatía de alguien del círculo cercano del Presidente o del
Gobernador (o del candidato a Presidente o del candidato a Gobernador), o
peor, si tienes un enemigo ahí, ¡ni le busques!”, previene un damnificado de
anterior contienda.
Esa
voluntad expresada debe traer consigo los apoyos políticos de todo tipo: del
partido, de los militantes, de los liderazgos… y los otros apoyos también,
los económicos, esos que permiten sufragar los sufragios, si me permiten la
cacofonía.
2.
Junto a ese primer paso y tal vez hasta un poco antes, hay que buscar la
voluntad de periodistas (ojo, panistas) para ir creando una imagen en los
medios… en esos mismos medios que leen y consultan quienes arriman los datos
al interior de los partidos para que sean considerados por quienes toman las
decisiones finales. No hay de otra: la mejor forma de encartarse en las
listas es a través de menciones en periódicos impresos y/o digitales -en
particular en columnas políticas serias e importantes, que serán unas 20; no
perder tiempo y recursos en pasquines o publicaciones marginales-. Y también
en noticieros de radio y televisión, y ahora en los muy importantes y leídos
portales informativos -ojo: son pocos los que valen la pena en este sentido:
no llegan a diez-.
Mañana le seguimos…
Sin tacto
QUALITAS RESPONDIÓ; TURBO WASH NO
Hace algunas columnas relaté el calvario por el que estaba pasando un buen
amigo debido a una falta de atención de la empresa de bajo costo Qualitas,
pues su vehículo había sido chocado por una señora que estaba asegurada con
ella.
Los pormenores se pueden leer en http://journalveracruz.com/2017/10/26/cuidado-con-qualitas-1/
y http://journalveracruz.com/2017/10/27/cuidado-con-qualitas-2/.
Pues resulta que este buen amigo consiguió resolver su asunto, lo que es
conveniente consignar, pues no sucede a menudo en este país en el que por lo
general las empresas prestadoras de servicios gozan de grandes privilegios,
ya sea por la corrupción o por yerros en la legislación necesaria.
Un
buen día, hace algunos, sonó su teléfono de un número que no tenía
registrado. Una voz le preguntó si era el señor fulano de tal, él contestó
que sí, y del otro lado la persona se identificó como Rodrigo Medina,
funcionario de Qualitas, quien -como casi nunca sucede en estos casos-
aceptó que su compañía había cometido un error, que tenía toda la razón en
estar enojado, muy enojado, pues no le habían resuelto en varios meses la
compostura de su vehículo, y que hablaba para darle todas las garantías de
que su asunto se resolvería de la manera más rápida posible.
También le pidió una disculpa por la falta de profesionalismo del taller que
ellos habían contratado para que hiciera la reparación, que no es otro que
Turbo Wash, que se encuentra en Arco Sur -cuidado con él-.
A
la amabilidad, el señor Medina añadió -lo que es de lo más importante- la
eficiencia, y le dijo que la pieza que se había roto del vehículo ya la
estaba consiguiendo él personalmente, y le pidió dos o tres días para
tenerla y mandar a que la instalaran. También le preguntó si no tendría
inconveniente en que la reparación la hiciera Turbo Wash.
Nuestro buen amigo estuvo de acuerdo y sólo pasaron dos días cuando recibió
una llamada de parte del taller. Una persona le dijo que ya tenían la pieza
y hablaba para preguntar cuándo podría llevar el vehículo. Quedaron que ese
mismo día, a partir de las 5 pm llevaría la unidad, y el empleado le comentó
que el cambio de la pieza llevaría a lo mucho 30 minutos.
Como lo hace casi cualquier persona normal en este mundo, nuestro amigo
llegó poco después de las 5 pm a Turbo Wash. Tuvo que esperar algunos
minutos para entrar en el taller, pues un mecánico impertinente tenía
estacionado un automóvil e impedía el paso. Por fin entró, preguntó y lo
mandaron a una oficina al fondo, en donde lo recibió con malos modos un
empleado:
—Ah, usted es el del vehículo que no hemos arreglado, —le dijo con cierta
sorna como ¿bienvenida?— déjeme hablar al almacén para que traigan la pieza.
Hizo una llamada rápida y al terminar le comentó que su supervisor estaba
fuera del taller y que la persona que tenía las llaves del almacén tampoco
se encontraba, así que tendría que venir al día siguiente.
Comprenderá la sapiente lectora, entenderá el cándido lector que nuestro
buen amigo se molestó mucho por esta nueva tomadura de pelo, lo que hizo
patente al empleaducho (así se refirió respecto de él en adelante, con mucha
razón), quien volvió a tomar el celular y le habló evidentemente a su
supervisor, a quien le dijo en voz alta que la cosa se había puesto difícil
y que el cliente ¡estaba muy pesado con él!.
Nuestro amigo pasó de la molestia al encab… al enojo mayúsculo, le dijo al
impertinente que no quería tener ningún trato con él ni con ese lugar. Se
subió a su vehículo y abandonó el taller.
Llamó al funcionario de Qualitas, y le explicó lo que acababa de suceder.
Rodrigo Medina no lo podía creer. Se deshizo en disculpas, le pidió que
regresara, le prometió que él mismo iría a colocar la pieza, pero nuestro
amigo le contestó que prefería hacer la reparación en otra parte.
El
funcionario, en honor a su eficiencia, citó a nuestro amigo al día siguiente
muy temprano en el taller de la agencia autorizada.
A
la hora acordada y en 15 minutos le colocaron la pieza nueva y le entregaron
su vehículo, reluciente de nuevo.
Bien por Qualitas y su funcionario, que lograron revertir una mala atención.
Mal por Turbo Wash,
que no imaginamos cómo sigue teniendo clientela, con esos malos tratos.
Sin tacto
MÁS
DEL PAQUETE TURÍSTICO
Mi
gran amigo y casi pariente Andrés Landa Espinosa me ha regalado otro de sus
interesantes comentarios, que más adelante compartiré en este espacio.
En
esta ocasión, abunda alrededor del asunto de la compañía turística que trató
de embaucar, sin éxito por fortuna, a una pareja de buenos amigos que
acudieron a su invitación a un salón del Hotel Gamma, “en donde recibirían
varios regalos por su buen manejo de las tarjetas de crédito”.
(Vale la pena aclarar que el Hotel Gamma no tuvo nada que ver en esa
invitación, y menos con el fraude que intentaban orquestar quienes se
ostentaron como empleados de la agencia Majestic Tours. Solamente rentó uno
de sus espacios).
…trató de embaucar a una pareja de buenos amigos… y a muchos xalapeños más,
que acudieron con el garlito de que recibirían una buena tanda de regalos;
tanda que terminó por ser una botella de vino corriente o dos noches gratis
de hospedaje en un hotel de medio pelo y en temporada baja.
Le
dejo la palabra a Andrés, después de que leyó mis dos columnas que llevaron
por título “El paquete turístico”:
“Ja ja ja muy buenas tus columnas”.
Ya
hemos pasado mi esposa y yo por esas invitaciones, pero sólo fuimos amos a
ver qué nos daban de regalo. Ahora ya nos aburre ir…
Algo similar sucede cuando estás en un hotel de relativo lujo con un
paquete todo incluido y te caen los vendedores de tiempos compartidos.
Acudir a su invitación es perder toda una mañana por un desayuno en ese
hotel que te invitan a conocer (¡un desayuno que tú ya pagaste!).
Precisamente, la semana pasada me llamaron a mi celular por un tema
parecido. Normalmente, los números no registrados no los contesto y a veces
que los llego a responder es nada más porque tengo tiempo de escuchar la
letanía de los telefonistas, y luego los bloqueo.
Esta vez fueron novedosos, y comenzaron: ‘Por su excelente manejo
financiero… bla bla bla’. En esa ocasión me prestaban hasta un millón
quinientos mil pesos. Sin aval, sin investigación en buró de crédito y con
una tasa preferencial del 2% anual.
—Dígame, señor Landa, para cuándo le agendamos su cita…
“Ja
ja ja ja”. Luego de que la dejé que hablara, le dije: Muchas gracias, pero
precisamente por ese buen mi manejo financiero tengo dinero y no necesito
más (obvio, no les iba a decir que vivo al día, como todo mexicano).
Pues fue suficiente lo que le dije para que me cortara la llamada.
Inmediatamente bloqueé el número, para evitar que siguieran insistiendo.
Como de ese tipo, hay muchas agencias que a eso se dedican. Lo mejor es
ignorarlas, porque atrás siempre hay la posibilidad de que quieran cometer
contigo un fraude. Son miles y tal vez hasta millones los que han caído.
“En
fin, gracias.”
Yo
le agradezco a Andrés, y su comentario me da pauta para terminar con la
reflexión de que los mexicanos, en realidad estamos inermes ante ese tipo de
ataques, porque las instancias oficiales que deberían evitar este tipo de
eventos y ofertas no sirven como debieran.
La
Profeco y la Condusef están maniatadas por leyes que protegen más a las
compañías de venta de servicios que a los clientes. Ante una amenaza de
fraude o una estafa realizada en contra nuestra, les llamas, te contestan,
te aconsejan, te piden que pongas una denuncia… y difícilmente logras algún
resultado positivo, porque entras en un laberinto de trámites que no tiene
fin, y que si termina en algún momento, por lo general es a favor de la
compañía denunciada.
Ahí
tienen algo en qué ocuparse nuestros diputados federales, en lugar de andar
tratando de huir de la acción de la justicia…
Sin tacto
OTTO GRANADOS Y EL TWITTER, 140/280
Otto Granados Roldán se quejaba, en una conversación que sostuvimos
alguna vez por el Twitter, que con 140 caracteres casi no se podía decir
nada.
Él, que es un pensador formidable, un hombre sumamente informado y un
escritor profundo, me decía que en ese reducido espacio casi no se podía
decir nada inteligente, o congruente al menos… y menos todavía coronar
alguna idea más o menos brillante hasta su conclusión triunfal.
Yo, acostumbrado a leer su prosa de largos párrafos llenos de sentido
(¿aun con sonido y furia?), solamente pude proponerle que intentara
desarrollar una idea en un conjunto de tuits, unos diez cuando menos.
Pero él con razón me adujo que así se volvía muy cansado ese canal de
comunicación, hecho para trasmitir enunciados simples, minúsculas notas
arregladas con palabras cortas, en las que cabía cuando mucho alguna
ocurrencia.
—Prefiero comunicarme por teléfono o por el mail —concluyó, contundente
como es él cuando expresa una opinión.
Es seguro que el embajador Otto Granados -que actualmente se desempeña
como Subsecretario de Planeación, Evaluación y Coordinación de la SEP- ya se
enteró de que Twitter va a extender el espacio para sus mensajes, y a partir
del próximo martes todos los internautas podremos escribir el doble de
caracteres en cada tuit que mandemos.
Sí, subirá de 140 a 280 caracteres su límite máximo para mensajes
(tomando en cuenta que cada espacio en blanco cuenta como un caracter).
El doble de una cantidad siempre es un número imponente, pero dudo que el
reflexivo y analítico autor que es Granados Roldán se sienta de algún modo
satisfecho con la, para él, irrisoria cifra de 280 letras.
Si con 140 espacios sentía que no podía decir nada, estoy seguro que Otto
sigue considerando esa cantidad duplicada como una camisa de fuerza para
los/sus grandes pensamientos.
Cierto, hay que tomar en cuenta que el Twitter fue diseñado para el
idioma inglés, y que la forma dialectal que usan los gringos es un lenguaje
casi monosilábico. De ese modo tienen mayores posibilidades de expresarse,
lo que no pasa con los hablantes de castellano, que nos gastamos una buena
cantidad del mínimo espacio de Twitter en artículos, en preposiciones y en
las irregularidades de nuestros verbos.
Ellos dicen “I like it” y apenas llevan nueve caracteres consumidos,
cuando nosotros tenemos que hacer una buena inversión en letras y espacios
(17, casi el doble) para decir lo mismo en nuestro idioma: “A mí me gusta
eso”.
Así que el embajador Granados y yo tendremos que esperar a que el Twitter
se abra realmente a espacios acordes con la exigencia de caracteres de la
filosofía, la ciencia política y la literatura.
La literatura… bueno, muchos poetas han podido decir mucho con muchos
menos caracteres, pero es que ellos son genios de la plurisignificación.
Van unos ejemplos como colofón [al final entre corchetes va el número de
caracteres]:
“Lucho a deshoras con la pena invicta de sentirte lejos del proditorio
alcance de mi mano”, Renato Leduc. [88]
“Dicen que un hombre no es hombre mientras que no oye su nombre de
labios de una mujer. Puede ser…”, Antonio Machado. [97]
“Infame turba de nocturnas aves, gimiendo tristes y volando graves”,
Luis de Góngora y Argote. [65]
“Sangre de yugo ha nacido, más humillado que bello, con el cuello
perseguido por el yugo para el cuello”, Miguel Hernández [102]
“Mar eterno. Digamos que no tiene comienzo el mar. Empieza donde lo
hallas por vez primera y te sale al encuentro por todas partes”, José Emilio
Pacheco [129]
Y para finalizar ahí están los poemínimos de Efraín Huerta. He aquí
algunos:
“Tango. Hoy amanecí dichosamente herido de muerte natural”. [56]
“Candoroso testamento. Ahora me cumplen o me dejan como estatua”. [62]
“Altura. Estoy exactamente a un metro con 74 centímetros sobre el nivel
del mal”. [78]
“El cómico. Regularmente hago una vida bastante irregular”. [56]
“Imposibilidad. Por ahora no puedo ir a San Miguel de Allende. No tengo
ni para el paisaje”. [89]
Y yo acabo de subir ayer un tuit exacto: 140 caracteres. Ni uno más ni
uno menos.
“Periodistas de Veracruz: Javier Duarte los hizo ricos de mentiras y
Miguel Ángel Yunes Linares, pobres de verdad (Apuntes, de Manuel Rosete)”.
Sin tacto
EL PAQUETE TURÍSTICO (2)
Bien, en la entrega de ayer me quedé en que nuestros dos amigos que
acudieron a la invitación a recibir un regalo de parte de una empresa
turística fueron a su vez invitados, aunque de una manera más perentoria, a
contratar un paquete de servicios turísticos “a futuro”.
La “ejecutiva” que se encargó de ellos les dijo más o menos que estaban
recibiendo toda una ganga, pues con el pago de 120 mil pesos en una sola
emisión y ese mismo día, garantizarían 10 años de vacaciones cómodas y
baratas.
¿Cómo sería eso posible? Pues con la promesa de la compañía Majestic
Tours de garantizarles precios de mayorista en hoteles -incluso en
temporadas altas-, y además con un 50% de descuento. Toda una maravilla.
Antes de que lleguemos a la respuesta que dieron nuestros amigos a los
imperiosos promotores turísticos, vamos a detenernos un poco aquí en ciertos
elementos del paquete que les ofrecieron.
A ver: la idea es que el cliente le dé una fuerte cantidad por adelantado
a la empresa turística, y a cambio recibirá… ¡una promesa! Claro, una
promesa que igual no le pueden cumplir de manera fehaciente.
Y respecto al monto del paquete, la esposa de mi amigo que amablemente se
convirtió en reportera de esta columna me hizo una observación adicional: en
las preguntas iniciales que le hizo la “Ejecutiva” mostró un especial
interés en conocer el límite de crédito de sus tarjetas, y cuánto de ese
límite tenía comprometido en ese momento. Y resultó que ella tenía un
plástico con todo el monto a disposición, que era ni más ni menos que de…
adivinó usted… 120 mil pesos.
Ella supone que a cada uno de los incautos que acudieron ese viernes a
recibir sus regalos les hicieron una oferta diferente, que era igual a la
cantidad que podían comprometer en ese momento a través de su tarjeta de
crédito.
Como mis amigos le dijeron que no estaban interesados, que sus viajes los
organizaban de manera diferente y que no estaban dispuestos a firmar por una
cantidad tan grande, la “Ejecutiva” le hizo una seña a quien parecía su
jefe, un “musculoso y guapo” funcionario turístico, que de inmediato llegó
para reforzar a su empleada.
El tipo prácticamente repitió lo mismo que había dicho ella, aunque con
mayor énfasis, Digamos que lo hizo de una manera más agresiva en cuanto a la
venta. Cuando vio la determinación en los que pensó que podían ser sus
víctimas, hizo un gesto de enojo, se levantó de la mesa y dejó que la
“Ejecutiva” continuara con una nueva estrategia.
Ella les dijo que si no querían comprometer una cantidad tan grande, les
podía ofrecer una alternativa más reducida: 36 mil pesos por tres años del
paquete a futuros, aunque en este caso los descuentos se reducían del 50 al
20%.
Ya en pleno acoso, nuestros reporteros habilitados se plantaron en un no,
y en otro y en otro más, hasta que la “Ejecutiva” se dio por vencida,
después de larguísimos 20 minutos en que utilizó todos os recursos de la
retórica de las ventas.
Como despedida, les dijo que aunque no hubieran adquirido ningún paquete,
la empresa se mantenía en lo dicho y les iba a dar “el” regalo prometido.
Claro, ya no eran ni dos ni varios, y ya no necesitaría de toda su
parentela para cargar con los obsequios prometidos.
Todo se redujo a dos presentes, de los cuales debería escoger uno:
El primero, una botella de vino tinto cuya modesta presentación denotaba
la baja calidad del producto.
El segundo, un pase para disfrutar de hospedaje (sólo hospedaje, conste)
gratis durante dos noches y tres días en algún hotel de una lista que ellos
manejaban. Obvio, aquí ya no eran de gran lujo, sino de cuatro estrellas
para abajo y solamente se podrían hacer la reserva durante una temporada
baja.
Rápidamente optaron por el pase, pues llegaron a pensar que ese vino
corriente les podría caer mal, y hasta envenenarlos.
Así que se despidieron, salieron con premura y se fueron pensando cuál es
la autoridad que debería evitar y/o castigar la actuación de este tipo de
empresas, que venden paquetes que no son sancionados por ninguna instancia
oficial, federal, estatal o municipal.
Y la verdad, se quedaron preocupados por las otras personas que habían
asistido, porque cabía la posibilidad de que hubieran caído en esta trampa
de la fe.
Ojalá que no.
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